Asociación feminista

“Si las mujeres paramos, retrocedemos. Por lo tanto, tenemos que movernos para progresar.”

Gabriela Moriana es una de las portavoces de la asociación valenciana “Marcha mundial de mujeres”. Un colectivo dedicado a la lucha por la igualdad de las mujeres con el fin de evitar su exclusión en la sociedad.

-¿Cómo nació este asociación?

Yo formo parte de la asociación marcha mundial de mujeres que nació en el 2000. Sin embargo, el movimiento feminista, en general, nació a final del siglo XVIII, durante la revolución francesa.

-¿Cree que llegaremos a la igualdad entre sexos que dará por cerrado el machismo?

Si llegáramos a la igualdad entre sexos, se habría derrotado el machismo. Aunque creo que estamos a años luz porque si bien el discurso de la igualdad ha penetrado y la legislación sí que es igualitaria, en las relaciones de verdad y de hecho no lo son, ya que las mujeres siguen estando discriminadas en todos los ámbitos de la sociedad. Por lo tanto, lo que en la teoría se ha conseguido, en la práctica no lo ha hecho y la igualdad que tenemos en el estado español es una igualdad legal y no de hecho,

-¿Cómo cree que podemos erradicar la violencia de género?

Este es un tema importantísimo, pero creo que también estamos a años luz porque para erradicar la violencia, hay que conseguir una sociedad igualitaria.

-¿Se ha sentido alguna vez discriminada por ser mujer?

Muchísimas veces. Desde pequeñita ya notaba que tenía unas obligaciones con respecto a las tareas domésticas que mis hermanos no tenían y, a medida que he ido creciendo, me he sentido discriminada en los trabajos, incluso teniendo más formación. Además, se me ha preguntado si tengo pareja o si iba a tener pareja. Actualmente, me sigo sintiendo discriminada cuando en las reuniones familiares tengo que hacer tareas que los hombres no hacen o cuando salgo a la calle y veo que me miran de formas que no me gustan.

-¿El machismo es fruto del capitalismo?

Creo que el machismo no es fruto del capitalismo, porque el capitalismo es más contemporáneo y el machismo es más antiguo. Hasta en las sociedades no capitalistas hay machismo y patriarcado, aunque sí que es verdad que perjudica a las mujeres y ayuda al machismo.

-¿Qué influencias puede desencadenar un torno de violencia de género para los niños?

Para los niños es mejor no tener un padre, que tener un padre maltratador, pero muchas mujeres no lo creen. Esta es una de las barreras que muchas veces dificulta que las mujeres se marchen porque piensan en sus hijos y creen que es bueno para ellos tener un padre.

-¿Por qué cree que muchas mujeres no denuncian o retiran la demanda a su pareja por maltrato?

Porque denunciar no soluciona sus vidas y porque algunas mujeres son dependientes económicamente de sus parejas y tienen miedo a afrontar una vida solas, sin la persona con la que tienen un proyecto de vida en común. Además, cuando denuncian, ellos les dicen que no volverá a pasar y los creen y las retiran. Por lo tanto, hay muchos motivos por los que no denuncian, ya que hay muchas barreras que impiden a las mujeres escapar de la violencia, como pueden ser los hijos. Además, hay que sumar la falta de ayuda institucional. Por lo tanto, debemos ayudarlas y no juzgarlas.

-¿Cree que la sociedad limita las libertades a las mujeres?

Sí, porque la sociedad está hecha para las necesidades de los hombres y las mujeres tienen que sumar a sus trabajos, el cuidado de las tareas domésticas. Las mujeres se han incorporado al mercado laboral recientemente, pero el hombre no se ha incorporado al ámbito doméstico. Por lo tanto, ellas tienen que hacer doble jornada y eso les limita muchísimo.

-¿Qué sensación experimenta al ver que el número de víctimas por este tipo de violencia no para de aumentar?

Me parece tremendo que mueran más de 80 mujeres al año a manos de sus parejas, aunque igual de duro me parecería ver morir a una sola. Los hombres tienen que aprender que somos sus compañeras y nos deben respetar. Por lo tanto, la sociedad tiene que penalizar a todos los agresores, ya que las muertes son la punta del iceberg, pero hay más de 126.000 denuncias por violencia de género al año y, según los estudios, solo denuncia una de cada tres. La sociedad tiene que tomar partido y las mujeres tenemos que presionar a los gobiernos para que lo hagan.

-Gran parte de la población opina que cuando hablamos de violencia de género se le asigna a la que se produce entorno a la mujer y excluye a la violencia en contra del hombre. ¿Qué opina de esta frase?

En el estado español tenemos una ley en la que las parejas o ex parejas masculinas agreden a sus parejas o ex parejas femeninas. Podemos pensar que a la ley se le pueden añadir más cosas, pero en este momento esta ley dice que la violencia de género es aquella violencia física, psíquica o sexual que ejercen los hombres contra las mujeres. Aunque hay otros tipos de violencia que las mujeres ejercen contra los hombres y al revés. Pero la ley de violencia del estado español es la ley que dice eso.

-¿Los hombres han empezado a tomar conciencia en este asunto? ¿Dentro de su colectivo hay algún participante?

Algunos hombres empiezan a tener conciencia, pero a lo largo de la historia ha habido hombres que se han dado cuenta de la exclusión social de las mujeres. Sin embargo, el patriarcado es más poderoso. Es necesario que los hombres actúen y dejen de subordinar a las mujeres para obtener privilegios. Dentro de mi organización no hay hombres, ya que se trata de una organización de mujeres, pero sí que hay colectivos de hombres que luchan por la igualdad entre sexos.

-¿Cómo ve la situación de la mujer en la sociedad dentro de siete años?

Querría ser optimista y pensa que las mujeres estarán en mejor posición. También querría que a las jóvenes no se les preguntara si van a ser madres cuando se les contratara y que los resultados académicos que se producen en la universidad por parte de las mujeres se traduzcan al mercado laboral, puesto que no puede ser que los mejores expedientes académicos, luego tengan los peores trabajos. Por lo tanto, quiero que los derechos de las mujeres empiecen a ser reales.

-¿Cree que el papel de los diferentes medios es importante entorno a este tema?

Es muy importante que los medios tengan en cuenta que no hay eliminación de la violencia sin igualdad y que es importante que se trate y que se atienda este problema. Creo que los medios, igual que mucha gente joven, están iluminados por el espejismo de la igualdad, por el hecho de que al existir una normativa, existe igualdad. Sin embargo, ni tan siquiera existe igualdad en el salario, ya que fuentes oficiales del ministerio nos informan que las mujeres cobran el 17 % menos que los hombres. Por lo tanto, los medios deben contar bien lo que les pasa a las mujeres,  que las respeten y no las cosifiquen. Los medios y la publicidad en ocasiones trabajan contra la dignidad y contra la igualdad para las mujeres y esto debe cambiar.

-¿Qué opina de las nuevas campañas que están lanzando los diferentes fabricantes de juguetes para terminar con la distinción de sexos?

Me parece que las campañas de juguete son muy sexistas y están potenciando los roles y estereotipos de género que tanto perjudican a las mujeres. Creo que ya es hora de romper con esa desigualdad y de hacer juguetes igualitarios, donde las niñas no estén relacionadas con los lugares de cuidados y los niños en el plan activo. Las campañas publicitarias deben dar un paso adelante, trabajar por la igualdad y tratar de la misma manera a los niños y a las niñas.

-¿Cree que España llegará a tener una presidenta en unos cuantos años? ¿Cuál sería la reacción de la sociedad?

Me gustaría mucho, creo que la sociedad está cada vez más preparada y, a pesar de que nos dicen que las mujeres para llegar a ciertos puestos no necesitan cuotas sino valer, los hombres sin valer, llegan. Por lo tanto, la cultura nos demuestra que si no hay cuotas, las mujeres no acceden porque la tradición patriarcal excluye a las mujeres de muchísimas maneras. Entonces, si las mujeres no llegan porque no valen, tampoco deberían llegar los hombres. Además, la mirada femenina aportaría justicia social a las mujeres y también a los hombres.

-¿Cómo animaría a las instituciones a que pongan medidas para terminar con la diferencia de género?

Las animaría contándoles que la igualdad y la erradicación de la violencia no es solo un derecho de las mujeres, sino un bienestar para toda la sociedad. La violencia contra las mujeres es un problema social tremendo que impide el adelanto y la participación de las mujeres e impide que la sociedad sea una sociedad que garantice los derechos y la igualdad de todos sus habitantes. Por lo tanto, la sociedad se debería de medir por la calidad de vida de todos sus integrantes.

-¿Cree que los libros juveniles en los que el chico malo triunfa influyen en la visión que tienen los adolescentes entorno al amor juvenil?

Sí que influyen en las visiones que tienen las adolescentes entorno al amor juvenil y creo que es muy perjudicial porque a menudo escuchamos “el amor todo lo puede”, “si te pega es porque te quiere” y estas son cuestiones muy peligrosas en las que muchas jóvenes creen. Esto no es así y las mujeres tienen que tener claro que si te pega, no es porque te quiere; solo te quiere si te respeta. Otra cosa que me parece muy peligrosa es que nos socializan en la admiración a los hombres machos, agresivos, violentos... Creo que ya va siendo hora de que nos enseñen que los hombres sensibles, que nos cuidan, nos quieren y nos ayudan son los que se merecen que los amemos. Por lo tanto, se debe abordar de otra manera el amor romántico.

Por último, ¿qué le diría a las mujeres que se sienten excluidas en la sociedad?

Les diría que tenemos que seguir trabajando, que tenemos mucho por hacer, aunque ya se ha hecho mucho. Aunque tengamos una legislación igualitaria muy necesaria, todavía no es suficiente. Si las mujeres paramos, retrocedemos. Por lo tanto, tenemos que movernos para progresar. En el estado español, hemos tenido un caso muy claro con respecto a la ley del aborto, ya que querían proponer una ley mucho más retrógrada, aunque finalmente el ministro dimitió debido a la gran lucha de las mujeres. Ya que las que tienen que decidir si quieren tener hijos son las mujeres y esta era una ley que restringía los derechos de las mujeres.